FLAC (Free Lossless Audio Codec), es un formato de compresión sin pérdida que se va popularizando gracias a la banda ancha y a los discos duros de mayor capacidad. Como sabemos (ya lo tratamos en entradas anteriores) el MP3 comprime bastante los archivos de audio, perdiendo calidad en este proceso. El FLAC permite reducir el espacio que ocupan los archivos pero sin perder nada de fidelidad, con la finalidad de obtener el mismo sonido que el del disco original.
FLAC, que es software libre, se encuentra cada vez más presente en redes de intercambio P2P o sitios dedicados a la música. Pearl Jam o Metallica lo han adoptado como una alternativa para distribuir sus trabajos a través de la web. El sitio www.archive.org pone material sonoro a disposición de sus usuarios en forma gratuita.
El principal problema en el uso de FLAC radica en el espacio que ocupa un archivo en ese formato. Su compresión alcanza el 50 % del espacio de la canción original, es decir bastante más "pesado" que en MP3. Si tomamos como referencia una canción comprimida en MP3 de 5 minutos, su tamaño variará entre los 4,6 Mb y los 11,5 Mb, dependiendo de la tasa de Kilobits por segundo a la que se codifique. Recordar que el mínimo para obtener una calidad similar al CD es de 128 kilobits por segundo y el máximo para este formato es de 320 kbps. El mismo archivo comprimido en FLAC supera los 35 Mb.
Cada usuario debe evaluar por cual formato se decide. Si optamos por MP3 se pueden almacenar mayor cantidad de canciones y al mismo tiempo nos aseguramos portabilidad (todos los reproductores portátiles usan este formato).
Si nos decidimos por FLAC nos aseguramos una calidad igual al disco original, pero reduciendo la capacidad de almacenamiento en nuestro disco duro. Hay muy pocos reproductores portátiles para este formato en el mercado. Pero seguramente crecerá por ser software libre.
Cómo escuchar formato FLAC ?
Se debe añadir a la computadora un complemento a los reproductores multimedia habituales (Windows Media Player) o buscar los que son capaces de leerlo en forma nativa, como por ejemplo el VLC Media Player o Winamp.
Existen algunos programas que permiten convertir automáticamente canciones de CD a formato FLAC.
